jueves, 17 de abril de 2014

1.-CONTRATO...amor empresarial


Isabella Swan había logrado conseguir un empleo en la gran empresa de la reconocida Familia Cullen, por fin ella y su padre tendrían un buen soporte económico; su padre Charlie había resultado herido de gravedad durante un asalto a un banco y desde allí él no había vuelto a caminar, Bella-como la conocían todos- se había tenido que hacer cargo de todos los gastos de la casa, pero no había logrado hacer mucho con su pequeño sueldo de mesera en un pobre restaurante de su barrio que solo alcanzaba para tener un plato de sopa en la mesa.

Bella había hecho demasiados sacrificios para lograr ese puesto tan anhelado que había estado esperando durante meses, había sacrificado la última joya que le quedaba pues el resto lo había usado para mantenerse durante un tiempo, ahora era tiempo del que el collar que su abuela Marie le había heredado fuera vendido para tener el dinero suficiente y poder comprarse un buen traje para su entrevista de trabajo, un sacrificio que sin embargo a pesar de ser doloroso, tuvo su recompensa, ella logró obtener el tan ansiado trabajo.

-¡Papá! ¡Me han contratado!-exclamaba Bella con impresionante alegría-¡Lo logramos!

-Bella…-la tos de Charlie empeoraba cada día-lo has logrado tú sola, no me des crédito por algo que yo no he hecho, te felicito te lo mereces hija-dijo Charlie con una sonrisa llena de arruguitas, él estaba orgulloso de Bella y ella se sentía feliz de saberlo.

-Gracias papá, estoy tan emocionada, aún no lo puedo creer que lo haya logrado después de tanto tiempo-

-Lo se Bella, se que lo harás más allá de lo excelente, se que comenzarás como secretaria pero terminarás en algo más importante-hizo una pausa para toser-lo presiento.

-Valoro mucho tu fe en mi papá, pero por ahora lo único que quiero es poder hacer bien mi papel, se que seré secretaria pero no se de quien-Bella tomó una revista de negocios que estaba sobre la humilde mesa de madera que tenía en frente y le mostró una de las fotografías a Charlie-estos son los Cullen, la familia para la que trabajaré.

-Todos se ven muy bien y felices-reconoció Charlie mientras observaba la foto.

-Si, todos están casados excepto este-Bella señaló al más joven de cabello cobrizo-es muy probable que él sea mi jefe, recién entró a la empresa y quizá sea quien necesitaba una secretaría.

-Quizá si, quizá no pero de cualquier manera tú échale muchas ganas-la animó su papá, mientra que Bella observaba la foto con más atención, ella se preguntaba como sería conocer a los multimillonarios Cullen, como sería trabajar con ellos, y como una simple chica como ella dentro de poco estaría envuelta en aquél mundo.

Ya eran las doce de la noche y Bella aún no lograba conciliar el sueño a pesar de que al día siguiente se presentaría oficialmente para comenzar a trabajar, ella había lavado y planchado su único traje presentable que tenía para usarlo mañana pero estaba preocupada, no tenía más ropa formal y no le pagarían hasta dentro de quince días, Bella no sabía que hacer y eso no la dejaba dormir pero con un gran esfuerzo lo hizo, si no descansaba se quedaría dormida y no llegaría a tiempo o peor, unas ojeras terribles se marcarían en su rostro y la correrían de inmediato en cuanto vieran un zombi entrando por la puerta.

Bella estaba de pie frente a un espejo, pero ella no era ella, ahora tenía los ojos brillantes y abiertos, los labios hinchados dibujando una sonrisa maliciosa y con el cabello alborotado, su expresión era fiera como si estuviera dispuesta a todo con tal de conseguir lo que quiera; de repente a su lado había una sombra masculina bastante atrayente, la sombra se acercó a ella pero la sombra seguía siendo eso, una simple sombra que cuando estaba a punto de salir a la luz desapareció.

-¡No!-gritó Bella mientras saltaba exaltada desde su cama, corrió al único espejo de su casa y se miró preocupada, pero no había ningún cambio, ella seguía como siempre con su cabello normal, con sus ojos somnolientos, sus labios pálidos y una expresión de mera confusión.

Cuando estuvo totalmente segura de que no era más que un sueño volvió a la cama, eran las cinco y media de la mañana y su turno comenzaba a las 7, si su casa quedaba a una hora de distancia, entonces tan solo tenía media hora para arreglarse y salir.
Bella era una chica linda, no necesitaba de una sola gota de maquillaje para lucir bien, recogió su cabello en una coqueta coleta y se vistió con su traje de saco y falda color azul fuerte para ir a la oficina.

Charlie aún dormía así que Bella decidió dejarle una nota “Papá me tuve que ir, hoy es mi primer día de trabajo, deséame suerte atte. B.” dejando la nota sobre la cama de Charlie, la chica salió de su casa en camino al emporio Cullen.

-Buenos días, soy Isabella Swan la nueva secretaria-dijo Bella dirigiéndose a la guapa señorita que atendía en la recepción, ella no pareció hacerle caso.
-¿Hola?-preguntó Bella confundida agitando su mano frente al rostro de la recepcionista quien miraba hacia abajo, después de unos segundos la señorita se quitó los audífonos que traía puestos ocultos bajo su denso cabello negro.

-¡Oh! Perdona, no te había escuchado, me llamo Ángela y tú eres Isabella ¿o me equivoco?-preguntó con una sonrisa.

-Si, si soy, ¿Cómo lo sabe?-

-Fui la misma que te hizo la entrevista hace una semana, no eres difícil de olvidar y además traes el mismo traje que aquél día-explicó Ángela , Bella se moría de la pena, si ella había notado la falta de guardarropa, todos lo harían.

-¡Lo siento! No quise hacerte sentir mal, fue solo que…- Ángela también estaba apenada sin saber que decir-…lo siento Isabella-dijo al fin.

-No se preocupe, es solo que no tengo nada más que ponerme, este es mi primer trabajo con sueldo decente, no he podido comprarme más trajes además del que traigo puesto-admitió Bella mirando hacia el suelo lamentándose su desfortunio.

-Tranquila, bueno es verdad que no puedes venir con la misma ropa hasta que recibas tu primer sueldo pero si quieres te puedo prestar ropa, pareces de la misma que yo más o menos creo-Ángela sonrió-bueno si tu quieres.

Bella no creía lo que escuchaba, Ángela llevaba cinco minutos de conocerla y ya le había ofrecido ayuda.

-¡Gracias!-dijo Bella con fervor-¿esta segura?-dijo ya con menos entusiasmo.

-Es en serio, aunque no lo creas yo llegué aquí bajo las mismas circunstancias de tu; en ese entonces nadie me tendió la mano para ayudarme, si no hubiera sido por los Cullen no se donde estaría yo-la historia de Ángela llenó de esperanzas a Bella, algún día estaría mejor y podría apoyar aún más a Charlie.

-Gracias, y me alegró que haya tenido un final feliz, supongo que su trabajo es bastante cómodo-dijo Bella.

-Lo es, y me encanta trabajar para el Sr. Carlisle Cullen, él y toda su familia son muy buenas personas, te caerán muy bien-Ángela se puso de pie tomando un puñado de papeles de oficina-además háblame de tú, me haces sentir vieja-se rió.

-Gracias Ángela, llámame Bella-dijo la chica mientras ayudaba a su nueva amiga con todo ese ajetreo de papel.

Ángela y Bella dejaron las dos pilas de papeles en una oficina muy lujosa, con un gran escritorio negro, paredes blancas, muchos accesorios propios de una oficina, tras el escritorio estaba un gran sillón de piel negro haciendo juego con todo lo demás y bajo sus pies estaba el brillante piso decorado con azulejos de un blanco impecable muy adecuado para el estilo oficinista de aquella habitación, pero lo que más impresionaba era el enorme ventanal que daba vista a la gran ciudad.

-Muy lindo ¿verdad?-le preguntó Ángela al ver que Bella no se movía del ventanal.

-Es que…todo es tan perfecto, se parece a las películas de agentes secretos-dijo Bella riéndose de su propia comparación.

-Quizá no es correcto que lo diga pero espérate a ver a todos los chicos Cullen incluyendo al Sr. Carlisle son guapísimos, lo malo es que ya están casados-dijo Ángela como resignada.

-¿Todos?-preguntó Bella al recordar aquél chico castaño de la revista que respondía al nombre de Edward Cullen.

-Bueno, el Sr. Carlisle está casado con Esme, Emmett con Rosalie , Jasper con Alice y el único que está soltero es Edward, tienes suerte hoy es su primer día oficial en la empresa de su padre y tú serás su secretaria-dijo Ángela emocionada, pero al contrario de ella Bella estaba totalmente aterrada, ¿Cómo sería ese tal Edward?.
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Alo0!! Bueno este es el primer capítulo del minific de “Amor empresarial”,espero que les guste, el minific ya está terminado así que si les gustó el inicio pueden seguir leyendo con
2.-ATRACCIÓN el siguiente capítulo, atte. JessiYoce

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