miércoles, 16 de abril de 2014

3.-¿POR QUE AHORA?...jaula de oro



Rosalie llegó llorando a su casa, ¿Por qué alguien tenía que fijarse en ella e insistir tanto?, antes los chicos que se le habían propuesto o pedido una cita se alejaban cuando ella les daba una amable negativa o en el más insistente de los casos les gritaba en la cara un cruel “no”, pero Emmett era distinto, el problema es que ella también deseaba salir con él.

Pero no le convenía, ella quizá moriría dentro de poco y en el peor de los casos quedaría peor de lo que ya estaba antes del último latido de su corazón, ella no permitiría que nadie la viera así y sufriera por ello.

Esa noche Rose no pudo dormir, el rostro de Emmett inundaba su mente, podía sentir que Emmett era distinto, pero ella cerraría su corazón para no involucrarse más o al menos lo intentaría.

A la mañana siguiente al llegar a la escuela Rosalie se encontró con una rosa roja sobre su asiento en clase.

“Siento haberte hecho sentir mal, pero te prometo que mis intenciones son honestas, quiero conocer a la verdadera Rosalie Hale y no me rendiré hasta que te des cuenta que soy diferente a los demás” decía la tarjeta junto a la flor.

“Claro que eres diferente, él único en alterarme así” pensó Rose con sarcasmo, pero su mirada se enterneció al ver la flor, imaginando a Emmett eligiéndola para ella, era obvio que no quería involucrarse pero él se la ponía difícil.

Emmett no podía dejar de pensar en como sería la reacción de Rosalie, ojala pudiera perdonarlo y después aceptar salir con él, Emmett estaba dispuesto a todo con tal de arrancarle una sonrisa a esa chica rubia que le había robado el corazón.

Al salir de clases, Emmett fue a buscar de nuevo a Rosalie.

-Entonces…¿quedo disculpado?-preguntó Emmett sonriendo, Rosalie no pudo evitar curvar las comisuras de sus labios pero se forzó para no sonreír por completo.

-¿Eso es un sí?-preguntó Emmett como niño pequeño.

-Si, quedas disculpado pero aún así no he cambiado de idea, perdona por ser grosera pero no quiero ser nada de ti-dijo Rosalie mientras ponía su mochila y la rosa en el auto.

-¿Ni siquiera mi amiga?-

-No, mucho tenemos con ser compañeros de escuela-rezongó ella.

-Eso no cuenta, por favor sal conmigo-pidió Emmett con tanta ternura que ella estuvo a punto de aceptar pero recordó lo que llevaba aún en el estómago y borró de su mente esa idea.

-En verdad Emmett, por favor deja las cosas así-pidió ella mirándolo con ternura, Emmett no pudo resistir y acarició su mejilla, Rosalie no se apartó de inmediato, él no pasó por alto el gesto, sabía que poco a poco podría llegar a su corazón sin forzar nada.

-No me daré por vencido, pero prometo no forzarte a nada, solo no me impidas intentarlo-pidió el chico.

Rosalie sonrió y subió a su auto sacudiendo levemente la cabeza por lo irresistiblemente insistente que era Emmett, ella no quería que se diera por vencido.

El tiempo pasó y los días y semanas transcurrían como el agua, Emmett encontraba una nueva forma de acercársele a Rose y ella cada vez rezongaba menos, le sorprendía como aún no se había dado por vencido, pero cada vez que se ilusionaba con poder corresponderle, un mareo, o un dolor de cabeza le recordaban que ella no era merecedora de nadie, no cuando ni siquiera sabía si podría sobrevivir por mucho más tiempo.

-Rosalie…-comenzó a decir Alice mientras se acercaba con cautela a su antigua amiga.

-¿Qué necesitas Alice?-preguntó Rose cortante, la pequeña de cabello erizado dudó entre acercase o no.

-No Rose, la pregunta aquí es si tu eres la que necesita algo-Alice se acercó más dando un pasito hacia adelante-se que ha pasado un tiempo desde que nos dejaste claro el no querernos volver a hablar pero la verdad no puedo dejar las cosas así se Bella habló contigo pero yo no lo hice, al menos no tan directo como ahora así que por favor Rose si tienes algún problema o algo dinos y te ayudaremos.

-No tengo ningún problema y tampoco necesito ayuda de nadie-Rose suspiró aparentando estar irritada-Alice, si fuimos amigas pero ya ha quedado en el pasado, lo siento pero a veces las cosas cambian.

-Siempre serás nuestra amiga Rose y tu lo sabes muy bien-Alice sonrió a medias-si necesitas algo ya sabes donde encontrarnos.

-Lo tomaré en cuenta aunque dudo que las llegue a necesitar-Rosalie se dio la media vuelta para irse justo en dirección contraria, pero la pequeña mano de Alice la detuvo por el hombro.

-Rosalie, respeto que no quieras ser nuestra amiga aunque sigo sin entender la razón, pero dale una oportunidad a Emmett, él es una gran persona y tiene un gran corazón, nadie de nosotros lo había visto tan…bueno podría decirse enamorado de alguien, y eso apenas con las pocas palabras que te has dignado a dirigirle, en verdad si supieras como se queda todas las tardes planeando como hablarte al siguiente día, aceptarías salir con él-y diciendo esto Alice se fue dejando pensando a Rosalie.

¿Emmett enamorado de ella? ¿Qué pasaría si le diera una oportunidad a ese chico que le robaba el sueño y que hacia que el tratamiento fuera menos doloroso aún cuando fuere lo mismo?, si llegaba el momento tendría que apartarse de él pero por lo mientras trataría de recompensar todos lindos detalles y enormes esfuerzos que Emmett había tenido con ella, lo haría feliz el tiempo que le quedara, cualquiera que fuese, después de todo ¿Qué caso tenía negarse a lo obvio?, ella también se había enamorado de él.

Para Rosalie las clases se hicieron eternas, la decisión estaba tomada ya, a la salida le diría a Emmett lo que sentía por él.

-Bien chicos, tengan un buen fin de semana, nos veremos el lunes-dijo el profesor y a Rose le parecieron las palabras más hermosas, por fin podría hablar con Emmett.

Rosalie se apresuró para poder alcanzar a Emmett fuera de su salón antes de que él la buscara en el suyo como era costumbre, pero nunca pensó encontrarse a una tercera persona interponiéndose entre ellos, Rose se ocultó para poder oír la conversación con claridad pero sin que alguien pudiera verla.

Ángela rodeaba a Emmett y se acercaba a él cada vez más, Rosalie estuvo a punto de intervenir pero quiso dejarlo para ver si de verdad ella le interesaba o tan solo era una treta para burlarse de ella, no era que no confiara en Alice pues ella nunca había sido buena para mentir pero debía asegurarse.

Una conversación la sacó de esas ataduras.

-Emmett en verdad, ¿Cuánto crees que dure el capricho? Ya más de un mes de rechazos deberían haber bajado un poco tu obsesión por ella-la voz de Ángela sonaba llena de rencor, Rosalie se entristeció, después de todo lo que había hecho por ella a pesar de lo de las otras chicas.

-No es ninguna obsesión ni capricho, yo la quiero de verdad, Rosalie Hale es quien tiene mi corazón y eso no va a cambiar a pesar de que ella me rechace toda la vida-las palabras de Emmett eran sinceras y a Rosalie se le esponjó el corazón, él la quería de verdad a pesar de sus negativas esperaría por ella.

Pero justo cuando ella iba a salir y hablar con él, descubrió como Ángela lo tomaba desprevenido y aplastaba sus labios con los de Emmett aferrándose peor que una sanguijuela, aunque sabía que no era culpa de él no pudo evitar sofocar un grito de dolor.

-¡Rosalie!-gritó Emmett usando una fuerza un poco excesiva en contra de Ángela pero no le causó ni un rasguño.

Rosalie no supo como reaccionar, sabía que debía parar de correr por que no había sido culpa de Emmett pero aún así no paró de avanzar y avanzar, sin poder evitar que las lágrimas corrieran por sus mejillas.

Tuvo que parar cuando sintió que unos brazos se cerraban en torno a ella sin opción a escape.

-Rosalie escúchame por favor…-Emmett estaba devastado, quizá por culpa de Ángela ahora si Rosalie se negaría rotundamente.

Rosalie se giró aún en brazos de Emmett y se abrazó a él con la máxima fuerza que pudo, él la acunó con ternura sofocando los sollozos de Rose, acariciando su cabello una y otra vez muy suavemente.

-Rosalie…no llores, te prometo que no fue mi intención lo del beso, Ángela…-la voz de Emmett le recordó la escena a Rosalie haciendo que el gemido sonará aún más fuerte a pesar de estar contra el pecho del chico.

Rosalie se separó de él y lo miró fijamente, Emmett pudo adivinar la intención en sus ojos así que inclinó la cabeza y le facilitó las cosas, Rosalie sintió millones de mariposas explotar en su estómago en cuanto sintió los labios de él contra los suyos, podía sentir su calidez, podía sentirlo a él.

-No sabes cuanto he esperado este momento-dijo Emmett separándose un poco pero dejando que sus frentes siguieran juntas.

-Y yo lamento haberte hecho esperar tanto-dijo ella con una sonrisa.

-Ha valido la pena-Emmett acarició su mejilla-no me importaría esperar hasta la vejez con tal de poderte besar de nuevo-bromeó él.

-Bueno eso podrás esperar tú pero yo dudo mucho que resista tanto -sonrió Rosalie antes de besarlo de nuevo.

-Me parece que te debo una explicación-comenzó a disculparse Emmett.

-No me debes nada, yo soy la que reaccionó de forma exagerada-dijo Rosalie con voz suave sonrojándose, dando como consecuencia unas lindas pinceladas de color rosa en sus delicadas facciones.

-No fue exagerado, tú me viste besándome con Ángela-replicó Emmett sorprendido y a la vez molesto recordando a la irritable chica.

-No, lo que yo vi fue a Ángela besándote a ti-corrigió Rose-además pude escuchar unas cuantas cosas más.

-Entonces ya sabes lo que siento por ti-agregó él.

-Si-

-Pero aún así quiero hacer las cosas bien-Emmett tomó sus manos entre las suyas y mirándola directamente a los ojos comenzó a hablar-Rosalie, no me importan las razones por las cuales me hayas rechazado todo este tiempo, no me importa lo que digan los demás, no me importa nada ahora que me has aceptado y bueno supongo que ahora no te pediré una cita-al ver la cara de confusión de Rose, Emmett agregó-ahora quisiera pedirte que fueras mi novia.

-Si-la voz de Rosalie se quedó atorada en su garganta pero después de carraspear un poco pudo decirlo con claridad-¡Si!-gritó y Emmett la levantó en brazos, Rosalie gimió de dolor.

-¿Rosalie? ¡Lo siento, yo no quería lastimarte!-dijo Emmett alterado mientras Rosalie se oprimía el estómago con fuerza.

-No fue tu culpa…-otro gemido de dolor-es solo que no me siento bien.

-¿Quieres que te lleve al doctor?-se ofreció Emmett pero Rose sacudió la cabeza.

-No es necesario, solo tengo que ir a casa a descansar un poco-contestó ella ya con el rostro un poco más relajado, no había sido culpa de Emmett, de nuevo la enfermedad de la que era víctima había arruinado uno de los mejores momentos de la chica.

-No dejaré que conduzcas mientras te sientas mal-Emmett no cambiaría de opinión.

-En serio ya estoy mejor, te llamaré en cuanto llegue a casa-prometió Rose, al mismo tiempo que le pedía su número a el chico.

-Pero…-protestó Emmett pero Rose lo acalló con un beso.

-Eso no es justo-se quejó.

-Hablando de justicia-Rose suspiró-ahora que somos novios hay algunas cosas de las que debo decirte la verdad.

-No tienes por que hacerlo-negó Emmett, no quería que Rose se sintiera forzada a nada.

-Créeme tengo que hacerlo, pero será mañana, ahora tengo que ir a descansar-Rose le dio un beso suave a Emmett antes de irse.

Emmett estaba más que contento, la chica a la que quería por fin lo había aceptado, creía en él y aunque claro que él no la obligaría a decirle algo que no deseara, el que ella le dijera la verdad sobre su extraña actitud era un extra que no tenía contemplado.

Mientras tanto Rosalie conducía a casa ya no en un coche si no en muchas nubes, a pesar de la fuerte punzada debido a su enfermedad, este hecho no opacaba para nada lo que ahora tenía con Emmett, y por supuesto debía decirle la verdad, ¿para que ocultárselo? Quizá era hora para disculparse con sus viejas amigas y que con un poco de suerte ellas la perdonarían.

Si algo había aprendido era que el presente era demasiado importante como para desperdiciarlo, ella había ocultado todo ese rollo del tratamiento por miedo a que le tuvieran lastima pero ver como Emmett se empeñaba en estar con ella y quererla tanto le había abierto los ojos.

En cuanto Rosalie llegó a casa marcó el número de Emmett.

-¿Rose?-preguntó él.

-¿Quién si no?-rió ella.

-Cielo, ¿Cómo te sientes?-Emmett sonaba ansioso.

-Ya mejor, pero un poco cansada-Rose vio a sus padres llamándola de lejos-te quiero Emmett, perdona pero tengo que irme, ¿te veré mañana?-preguntó Rose.

-Al pie de la puerta de la escuela como todos los días-

-Adiós Emmett, te amo-

-No más que yo, descansa cielo-y diciendo esto Rose colgó dirigiéndose directamente a su padres.

-¿Qué pasa papá?-preguntó Rose nerviosa, la cara de su padre no parecía traer buenas noticias.

-Llamaron del hospital, ya salieron los resultados del último estudio-dijo Carlisle con voz lastimera.

-No son buenos ¿verdad?-dedujo Rosalie perdiendo la última esperanza, el doctor había dicho que si en estos últimos resultados no había un cambio en concreto, no habría mucho que hacer.

-Tranquila hija, el doctor aún tiene una opción-intervino Esme con la voz temblorosa, se podía percibir el temor por su hija.

-¿Cuál es la…?-Rosalie no pudo terminar la pregunta, se cayó al suelo retorciéndose de dolor y agarrándose el estómago.

-¡Rose!-chilló Esme.

Un desgarrador grito que helaba hasta las venas salió de labios de Rose.

Carlisle tomó el teléfono y marcó rápidamente a la ambulancia, Esme desesperada veía como su hija chillaba una y otra vez sintiéndose inútil.

La ambulancia no tardó mucho en llegar, Carlisle se fue con ella en el vehículo mientras que Esme dejaba las cosas en orden en casa antes de salir.

Rose fue directo a la sala de urgencias, dejando a un Carlisle irreconocible, desesperado y dolorido.

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Alo0!! Bueno espero les haya gustado que por fin Rose le dijo que si a Emmett, gracias si siguen la historia, y bueno pobre Rose, =( pero pronto tendrá buenas noticias, creo XD jajaja grax por leer atte. JessiYoce13 y no olviden continuar con el cuarto cap “Secreto”

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