jueves, 17 de abril de 2014

5.-SIEMPRE A TU LADO...amor empresarial



Edward volvió a la fiesta y al entrar vió como un tipo no más alto que él acosaba a una chica en un rincón oculto y aparte de la fiesta, no había visto a esa chica antes pero no dudó un solo segundo en ir corriendo para ayudarla con un incontrolable y frenético deseo de protegerla.

-¡Déjala en paz idiota!-gritó Edward interponiéndose entre la chica y el tipo que la acosaba mientras lo empujaba de golpe.

-¡Apártate tú, ella es mía!-gritó el tipo en respuesta quien también trató de empujar a Edward pero no pudo, Edward era fuerte y no se movió ni un centímetro.
Mientras tanto la chica temblaba abrazándose de Edward, el otro chico optó por irse, quería a la chica pero era listo y una pelea en contra de Edward sería una batalla perdida.

-¿Te encuentras bien?-le preguntó Edward a la chica la cual seguía temblando, ella solo asintió con la cabeza.

-¿Quién era ese tipo? ¿Lo conocías?-preguntó Edward angustiado, pero de ella solo negó con la cabeza.

Edward tomó a la chica por la barbilla y la miró a los ojos.
-¿Bella?-preguntó sorprendido al reconocer esos bellos ojos achocolatados que tanto le gustaban.

-Si-respondió ella en un hilo de voz a causa del miedo.
Edward encadenó todo rápidamente, ese tipo le había querido hacer daño a la chica que amaba, una rabia lo invadió y estuvo a punto de salir a perseguirlo si no hubiera sido por Bella que aún temblaba junto a él.

-No lo hagas, no vale la pena, quédate aquí…conmigo-dijo ella con un susurro, Edward la abrazó.

-¿Por qué no viniste conmigo? Hubieras estado segura a mi lado-le recriminó Edward.

-Lo siento, es solo que me decidí algo tarde, llegué a mitad de la fiesta y no te encontré, después ese tipo se me acercó y bueno tu ya conoces el resto-explicó Bella mientras ocultaba su cabeza en el pecho de Edward recordando el terrible suceso.

-Bella ¿Qué nunca me vas a dejar mostrarte cuanto te amo?-dijo Edward tomando desprevenida, la idea de que alguien como Edward la amara la hizo estremecerse.

-Edward…-comenzó Bella.

-No Bella, esta vez el que hablará soy yo, no quiero que vuelvas a decir que no me convienes, tú eres lo que más quiero y no dejaré que nada te suceda, Bella por favor déjame hacerte feliz-le dijo Edward despegándose de ella y obligándola a mirarlo a los ojos.

-Edward…te amo-dijo Bella y Edward no resistió más.

Tomó a Bella en brazos sin dejarla de besar y la llevó fuera de allí, la subió a su auto y la llevó a su departamento no sin llevarse encima las miradas de todos los presentes y los aplausos de los que sabían quienes eran aquella misteriosa pareja.
Llegando al departamento, Edward la llevó a su habitación inmediatamente después de cruzar la puerta y la recostó con delicadeza en la cama.

-¿Estas segura?-le preguntó Edward mientras la miraba con los ojos llenos de pasión.

-Más segura que nunca, te amo y eso es lo único que importa-dijo Bella entre beso y beso de Edward.

Esa noche las dudas quedaron de lado, ya no habìa ninguna barrera que los pudiera separar, tan solo eran dos personas amándose y nada más, ya nada importaba más alá e su amor y felicidad.

-Que linda mañana ¿no crees?-le susurró Edward al oído mientras Bella entreabría los ojos como si no quisiera despertar de aquel precioso sueño que había hecho realidad la noche anterior.

-Bastante, y contigo a mi lado la vida no podría ser más perfecta-respondió ella mientras se giraba hacia él.

-Te amo, me has hecho el hombre más feliz del planeta y no dejaré que te vayas de mi lado, nunca-juró Edward.

-Y yo no te dejaré jamás-dijo Bella en respuesta.




Meses después Bella y Edward se casaron por la iglesia y por lo civil, vaya polémica que causaron pero no les importó, ahora que estaban juntos nada ni nadie los separaría pues se amaban con locura y era como si sus destinos estuvieran diseñados para amar al otro por siempre.

Charlie pronto se recuperó de la enfermedad que lo acongojaba e incluso pudo volver a caminar, gracias a la operación que Carlisle se ofreció a pagarle, los consuegros se llevaban de maravilla y los recién casados estaban felices por ello.

Tiempo después Edward y Bella se mudaron a una pequeña pero bonita casa cerca de la playa, el mundo oficinista no era para Edward, pero desde allí era posible trabajar sin el ajetreo de la cuidad y Bella era feliz en donde sea siempre y cuando Edward estuviera a su lado.

-Sra. Cullen, ¿me podría ayudar con un trabajo?-dijo Edward en tono juguetón, Bella sabía lo que se proponía.

-¿Qué clase de trabajo?-preguntó coqueta.

-Digamos que voy a firmar el contrato más importante de mi vida-

-En ese caso creo que tenemos una enorme tarea que cumplir ¿no cree joven Edward?-

-Vaya que sí-dijo él tomándola en brazos en dirección al mar…
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Alo0!! O debería decir ¿bye? O mas bien ¡que vergüenza! Ajjajajaja bueno ya está! Lo publiqué XD no sean crueles, hice mi mejor intento, espero les haya gustado el final, por fin le di FIN a algo jajajaja gracias por el apoyo que me han dado, y bueno creo que ya hable mucho así que los dejo y los invito a no dejar de visitar el blog, atte. JessiYoce.

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